23 de agosto de 2011

14 de agosto de 2011

Bocadillo de Ferretería II: "La mini todos"

Eclecticismo: para mi humilde opinión es la capacidad de ver la divinidad en todos y en todo.
El otro día alguien me dijo: has cambiado mucho, pareces un "mini él"... eso me dejó pensativa, mucho. Pues bien, reflexioné en torno a eso y recordé la frase de mi vida: "examinalo todo y retén lo bueno", lo he hecho siempre y es la razón fundamental por la que soy abierta, claro que examinalo todo no es sinonimo de pruebalo todo. No podemos estar por la vida como si fueramos un collage de carne y hueso, tampoco se trata de eso, es sólo que hay que ser lo suficientemente humildes para aceptar que no nos la sabemos todas y que hay personas que han desarrollado mejores metodos que nosotros, pues bien yo lo acepto y trato de aplicar eso a mi caso y unido con lo que traigo de antes resulta una mezcla interesante.

El eclecticismo (para ahorrarles la busqueda en wikipedia) fue en un principio una corriente filosofica conciliadora, que tenía como fundamento la extracción de otras corrientes un poco extremistas y unirlas todas en una. Poco tiempo después la palabra vino a ser usada como un adjetivo que representa el "arte de examinar y extraer". 

8 de agosto de 2011

Adán y Eva

1
Estábamos en el paraíso. En el paraíso no ocurre nunca nada. No nos conocíamos. Eva, levántate. -Tengo amor, sueño, hambre. ¿Amaneció? -Es de día, pero aún hay estrellas. El sol viene de lejos hacia nosotros y empiezan a galopar los árboles. Escucha. -Yo quiero morder tu quijada. Ven. Estoy desnuda, macerada, y huelo a ti. Adán fue hacia ella y la tomó. Y parecía que los dos se habían metido en un río muy ancho, y que jugaban con el agua hasta el cuello, y reían, mientras pequeños peces equivocados les mordían las piernas.

2
-¿Has visto cómo crecen las plantas? Al lugar en que cae la semilla acude el agua: es el agua la que germina, sube al sol. Por el tronco, por las ramas, el agua asciende al aire, como cuando te quedas viendo el cielo de¡ medio- día y tus ¿Ojos empiezan a evaporarse. Las plantas crecen de un día a otro. Es la tierra la que crece; se hace blanda, verde, flexible. El terrón enmohecido, la costra de los vicios árboles, se desprende, regresa. ¿Lo has visto? Las plantas caminan en el tiempo, no de un lugar a otro: de una hora a otra hora. Esto puedes sentirlo cuando te extiendes sobre la tierra, boca arriba, y tu pelo penetra como un manojo de raíces, y toda tú eres un tronco caído. -Yo quiero sembrar una semilla en el río, a ver si crece un árbol flotante para treparme a jugar. En su follaje se enredarían los peces, y sería un árbol de agua que iría a todas partes sin caerse nunca.

3
La noche que fue ayer fue de la magia. En la noche hay tambores, y los animales duermen con el olfato abierto como un ojo. No hay nadie en el, aire. Las hojas y las plumas se reúnen en las ramas, en el suelo, y alguien las mueve a veces, y callan. Trapos negros, voces negras, espesos y negros silencios, flotan, se arrastran, y la tierra se pone su rostro negro y hace gestos a las estrellas. Cuando pasa el miedo junto a ellos, los corazones golpean fuerte, fuerte, y los ojos advierten que las cosas se mueven eternamente en su mismo lugar. Nadie puede dar un paso en la noche. El que entra con los ojos abiertos en la espesura de la noche, se pierde, es asaltado por la sombra, y nunca se sabrá nada de él, como de aquellos que el mar ha recogido. -Eva, le dijo Adán, despacio, no nos separemos.

4
-Ayer estuve observando a los animales y me puse a pensar en ti. Las hembras son más tersas, más suaves y más dañinas. Antes de entregarse maltratan al macho, o huyen, se defienden ¿Por qué? Te he visto a ti también, como las palomas, enardeciéndote cuando yo estoy tranquilo. ¿Es que tu sangre y la mía se encienden a diferentes horas? Ahora que estás dormida debías responderme. Tu respiración es tranquila y tienes el rostro desatado y los labios abiertos. Podrías decirlo todo sin aflicción, sin risas. ¿Es que somos distintos? ¿No te hicieron, pues, de mi costado, no me dueles? Cuando estoy en ti, cuando me hago pequeño y me abrazas y me envuelves y te cierras como la flor con el insecto, sé algo, sabemos algo. La hembra es siempre más grande, de algún modo. Nosotros nos salvamos de la muerte. ¿Por qué? Todas las noches nos salvamos. Quedamos juntos, en nuestros brazos, y yo empiezo a crecer como el día. Algo he de andar buscando en ti, algo mío que tú eres y que no has de darme nunca.

Por Jaime Sabines

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1 de agosto de 2011

Reflexión Matutina III

En esta mañana me gustaría compartir una de las enseñanzas más reveladoras que han podido llegar a mis manos, los fundamentos del verdadero amor; no del amor de pareja, no del amor de una madre, no del amor de un amigo... sino del Verdadero Amor, aquel que no tiene contrario, que está más allá de la mente y su dualidad, aquel que nunca podremos definir porque como el Tao: no puede ser expresado.


Thich Nhat Hanh dice que  el verdadero amor tiene la capacidad de dar alegría y felicidad a la persona que amas. Quien ama, observa a quién porque así se abre paso la comprensión que es la esencia del verdadero amor. Dedicar tiempo a estar presente y atento y observar profundamente. 

A eso se le llama comprensión. El verdadero amor es compasión, deseo y capacidad de colaborar con aliviar el sufrimiento de otra persona. Para conocer la naturaleza de su sufrimiento y ayudarla a cambiar, también hay que observarla profundamente. Para eso es necesaria la meditación. Meditar es observar a fondo la esencia de las cosas.
El verdadero amor nos deja alegría. Si en el amor no hay alegría, no se trata de verdadero amor. Si en cualquier relación no hay alegría, seguro que no hay verdadero amor.
El verdadero amor hace alcanzar la libertad. Cuando se ama de verdad se le da al otro una absoluta libertad. Si no es así, no se trata de un verdadero amor. El otro debe sentirse libre, no solo por fuera, sino también por dentro.

Pienso que este es el ideal, no sólo en una relación de pareja; sino en todo tipo de relaciones incluso la que tenemos con la naturaleza.