Alguien dijo una vez que el hambre es la solución que encontró Dios para el problema de oferta laboral. Mucha razón tenía, porque si bien nos solemos esconder en ese "Me gustaría trabajar para sentirme realizado" , es bien sabido que nuestra urgencia por conseguir empleo se debe más que nada a un problema de índole monetario.
Seguir los sueños de uno no sólo cuestan esfuerzo psicológico, también cuestan plata y oportunidades; al dejar mi nido, dejé a un lado las posibilidades y ventajas que eso me significaba y no me arrepiento. Acá estoy con lo bueno y no tan bueno que eso signifique-
Lo bueno de estar desempleado es que tienes tiempo para hacer esas cosas que realmente disfrutas: escribir bobadas en el blog, leer las bobadas de otros, jugar Final Fantasy XIII, prometerte que vas a salir a correr... y no hacerlo, estalkear a las ex`s de mis ex`s. En fin, un sin numero de cosas que por muy poco costo nos significan grandes entretenimientos. Porque no hay que olvidar que estamos desempleados y el presupuesto viene a ser un problema.
Por otro lado, estar desempleado (para una persona tan responsable como yo :P ) es todo un estrés, es una búsqueda que crees que nunca va a terminar, enviar innumerables cantidades de currículos y no recibir ninguna respuesta, la permanente espera en el teléfono y las carreras cuando éste suena porque no quieres perder la "llamada millonaria", los largos viajes a hacer entrevistas para que nos digan que nos van a llamar (y jamás lo hacen), las preguntas y conversaciones vergonzosas en las famosas entrevistas de grupo, en fin.. todo ese constructo ideado para que el ser humano pierda los últimos vestigios de dignidad que la vida no le pudo quitar... para que al final éste termine aceptando cualquier cosa que le ofrezcan, bajo la amenaza de que el mercado laboral está complicado.
Todavía no me decido si quiero agarrar cualquier cosa o si simplemente estoy buscando "el trabajo de mis sueños"; supongo que simplemente no me quiero emocionar mucho al respecto. Iré viendo en la marcha.
