19 de noviembre de 2012

(I Can't Get No) Satisfaction



Camina con prisa... toma una Coca Cola del refrigerador.
Le da un golpe a la mesa. Toma el primer sorbo.
Se escucha el primer "Fucking". El segundo; dos palabras más.. El tercero.
Hace la mueca en su cara que seguramente adquirió durante su primer año fuera de la casa de sus padres.

Toma el tercer sorbo.

Grita, Se retuerce de furia. Siente el fuego en su corazón. Su furia se siente más. Le doy otra excusa para enfurecerlo. Es mi esclavo. 
Grita más fuerte y su dedo indice casi toca mi hombro. Si pudiera me golpearía con la botella que ya se terminó. Va al refrigerador y saca otra.
Yo con mis ojos saco la bandera blanca. Parece que se ha calmado. 

Pero retomo mi ataque. Se enfurece de nuevo., el segundo trago de la segunda Coca Cola.
El n-simo "Fucking" y ya para él estoy siendo muy estúpida  Si, una estúpida que con sólo dos palabras logra hacerle enfurecer.

Ya perdí la cuenta del numero de tragos que lleva. Me concentro en lo mucho que disfruta discutir  Lo ama. Ama tener la razón, ama imponer su razón. Ama que yo no tenga más que mis berrinches como defensa. Ama los problemas y las peleas porque son lo que mueve su vida. Su mente sin ellos se aburre, se muere. 

Me hace llorar, pero lloro porque me siento impotente, me gustaría decirle todo lo que pienso, decirle que el esclavo es él que no se toma un día libre porque necesita darse mala vida para poder tener una. Si, necesita tener una "mala vida" porque es lo más cercano que conoce a "la vida".

Tengo hambre, quiero irme a mi casa. Bajo la mirada y digo que lo siento; entonces no tiene nada que decir. Sólo que está cansado de que yo crea que con disculpas lo arreglo todo. Pero no sabe que lo que realmente quiero decir es que lo siento por él, porque a pesar de ser una persona que sin querer se convirtió en mi maestro me doy cuenta que está muy lejos de caer en cuenta de su error. De ver lo infeliz que es y de lo fácil que es cambiar eso.

Mientras tanto seguirá siendo mi esclavo y el de los demás, todos ciegos e inconscientes llevados por la corriente; batallando sin tregua y sin cuartel contra un enemigo que, así como en su caso, nos inventamos para poder darle una razón a nuestros pies de ponerse en el suelo cada mañana. 

Me despido cordialmente como si la anterior hora no hubiera pasado nada. Como si no me hubiera llamado estúpida cuantas veces deseó. Como si yo no hubiese provocado en él ganas de ahorcarme. La cortesía da para todo eso. 

Hay 2 gaseosas menos en el refrigerador; él tiene una nueva apetitosa y calientita historia sobre la estupidez de los latinos que lo hará "feliz" el resto del día así como mil quejas de mí más para sumarle a las mil que ya tiene en el stock... ah y se me olvidaba, yo estoy aquí sentada escribiendo una entrada para mi blog.



Expose yourself to your deepest fear; after that, fear has no power, 
and the fear of freedom shrinks and vanishes. You are free. 
Jim Morrison 

9 de noviembre de 2012

Hay que hacerle el amor a la vida


Hay que hacerle el amor a la vida, hay que comérsela a picos; hay que volverla loca con los juegos previos. Hay que figurarse el punto exacto donde explota. Hay que tenerle paciencia.
Hay que susurrarle cosas sucias al oído, hacerla que pierda el miedo a entregarse. Hay que volverla loca otra vez. Deberás hacerla sentir deseada, viva, joven de nuevo. Necesitaras tiempo, está llena de heridas. Pero hay que hacerle el amor, ambos lo necesitan.
Hay que comerse a la vida. De poco a poco y después brutalmente. Gentilmente y después con rudeza. Si, hay que comérsela. Hacerla tuya y no soltarla. Hacerla tuya y que ella lo sepa; si, que no le quede duda. Deberás ser explicito, a su edad ya no está para rodeos.
Hay que hacérselo a la vida, metérselo por cada orificio, hacerla gemir.... Conducirla a su límite, que sienta la dilatación de sus muslos. Que no le de pena. Deberás recordar donde no tocar cuando va en el camino a su éxtasis. Deberás tomarla fuerte pero con ternura. Y cuando la tengas en ese punto y esté a punto de darse toda, mírala a los ojos, siente la respiración que sale de su boca entreabierta y aliméntate de ella.
Luego, disfruta la  "post mortem", acaríciale sus cabellos. Besa la punta de su nariz y sus parpados. No hables, no digas nada. Sólo habla con los ojos, ofrécele un trago de agua. Déjala dar el siguiente paso, te amará. Te amará y te permitirá hacerle el amor una y otra vez. Y deberás hacerlo, y en esto sé totalmente irreductible, cada vez que la toques (y lo harás muchas veces) hazlo como lo hiciste la primera vez. Ella te amará y te necesitará. Entonces se enamorará, perdidamente. Y oh! que delicia es tener a la vida loca y enamorada de ti.

Con el tiempo, si la amaste lo suficiente, te dará hijos. Hijos que tendrán su mismo ojos color profundo  .