7 de agosto de 2012


Cuando la amarga falta de inspiración se mezcla con la de las ganas de continuar. 
Cuando la falta de palabras (o de la coherencia para articularlas) se confunde con el hastio del dia a dia.

Entonces te aburres, entonces ya ningún libro te ayuda... ya ni siquiera duermes cuando duermes... Ni siquiera vives cuando vives. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El pueblo se pronuncia...