Hoy le le pregunté algo al sol... lo observé tras la capa menuda y blanca que dejaba mi aliento.
Con el corazón en la boca y las manos congeladas, en parte por la ausencia de los guantes que no debí dejar en casa, levanté mi mirada y quise saber si estaba en un sueño del que debía despertar.
¿Debo despertar astro padre? En caso de ser así... déjame dormir 10 minutos más y haré de cada segundo una hermosa eternidad...
Tengo miedo, me cuesta confesarlo... ese miedo que sólo se siente cuando subes a lo alto a la velocidad de la luz y luego alcanzas a mirar un poco hacia abajo y oh sorpresa! estás arriba! pasaste la línea de no retorno... te has enamorado irremediable e irrevocablemente.
Y se siente tan lindo que duele....
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